· PRIVATE · Estudios Identitarios
Encontramos en el lenguaje diferentes acepciones de lo público.
Tiene que ver en cierto punto con lo que se da a conocer,
lo que encuentra su propiedad en el total de personas
que conforman un uso, en lo manifestado que se vuelve
sujeto de la aprobación moral. De la misma forma, lo privado
puede entenderse como algo personal o de acceso limitado,
e implica restricción, negación, censura y hasta intimidad.
Encontramos también en las distintas utilizaciones
de estos términos que uno se vale del otro para existir:
demostramos algo porque [tal vez] ocultamos otra cosa...
evidenciamos una visualidad que nos ayuda a componer
un mensaje de nosotros mismos. Hacemos carne una realidad
ficticia. Repetimos, ensayamos. Se incorporan en este punto
la noción de máscara y personaje, y obtener sentido entre
estos elementos simbióticos nos lleva a vincular
el teatro del mundo con la inconsciencia social del YO.
El proceso de reconocimiento de la propia identidad
como una suerte de mecánica del asombro en un contexto
despojado, se vuelve una metodología que abre camino
a la experimentación lúdica de los posibles YO,
no necesariamente reales, pero siempre profundos.
PRIVATE · Identity Studies
In language, we can find different meanings of what "public"
means. At some point it has to do with “what is known”, with the
public knowledge, with what is owned by the sum of the people that
use it; what is disclosed and becomes subject to moral approval. In the
same way, "private" can be understood as something personal or with
limited access. It implies restriction, censorship and even intimacy.
We can also find in the different uses of these terms (in fields such as
theater, art and cultural institutions) that one term needs the other in order
to exist: we show something because we’re hiding other things, we
plant an image that serves us to compose a message, we turn fiction
into reality, we try. At this point, masks and characters come onto the
stage, and the desire to get some meaning out of these symbiotic elements
makes us link the theater play of the world with the lack of a social self.
The process of recognizing our own identities as a sort of
awe machine turns into a path that leads to a playful experience
of all the possible MEs. Not necessarily real, but always deep.
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