La Payunia es una zona volcánica de más de 25.000 km2 situada en el sudeste de la provincia argentina de Mendoza, al pie de la cordillera de los Andes y entre los ríos Atuel y Colorado. Se trata de una de las regiones del planeta con mayor densidad de volcanes, ya que cuenta con más de 800 conos de diferentes formas y estilos eruptivos. Esta cantidad y diversidad convierten a la Payunia en uno de los distritos volcánicos más importantes del mundo. Además su paisaje, conformado por extensas planicies de lava con multitud de conos volcánicos, coladas de basalto y campos piroclásticos parece surgido de otro planeta, haciendo de su visita una experiencia fantástica. Actualmente La Payunia es candidata a convertirse en Patrimonio Natural de la Humanidad de la UNESCO y es visitada tanto por vulcanólogos como por turistas. El área tiene categoría de Reserva Natural, a cargo de la Dirección de Recursos Naturales de Mendoza.
En La Payunia se pueden observar fácilmente ejemplos de casi todos los tipos de procesos volcánicos que ocurren en el planeta, razón por la cuál es un lugar privilegiado para el estudio de la vulcanología. Destacan varios volcanes de grandes dimensiones, formados por alternancia de erupciones explosivas y efusivas, como El Nevado, el Payún Matrú, el Payún Liso y el Chachauén. Sus cumbres suelen estar cubiertas de nieve incluso en verano, resaltando aún más la belleza del paisaje.
Además de estos grandes volcanes el resto del paisaje esta modelado por alrededor de 800 conos volcánicos, la mayoría solitarios y algunos de ellos agrupados en escudos. Muchos de estos conos se han formado en tiempos muy recientes, hace menos de 10.000 años, lo cual permite observar sus formas originales casi intactas, al no haber sido aún desgastados por la erosión. Por el contrario los conos volcánicos con una antigüedad superior a 10.000 años han sido modificados por erupciones posteriores; así sus cráteres han sido rellenados por depósitos piroclásticos y sus estructuras no son tan claras debido a la erosión y a la vegetación que los cubre. 
Existen dos tipos de volcanes según el tipo de erupción que los formó. Así, se habla de erupciones efusivas cuando el magma emerge a la superficie como una colada de lava que fluye suavemente y se va acomodando lentamente a la morfología del terreno. Por el contrario, en las erupciones explosivas el material magmático es eyectado de forma violenta y caótica. En los grandes volcanes ambos estilos eruptivos se alternan, y ese es el caso de los mayores volcanes de La Payunia.
Así el Payún Matrú, de 3.715 m, comenzó a formarse hace unos 150.000 años a partir de una serie de efusiones que formaron su núcleo y un domo de grandes dimensiones. Posteriormente una serie de erupciones explosivas ocurridas hace 100.000 años generaron sucesivas columnas eruptivas que al desplomarse produjeron flujos piroclásticos que arrasaron con toda forma de vida en un radio de más de 100 km. La intensidad y el volumen de las erupciones del Payún Matrú se encuentran entre las de mayor magnitud de las registradas en tiempos históricos en nuestro planeta, con un índice de explosividad estimado de 6 sobre un máximo de 8.  
Durante estas erupciones explosivas la gran cantidad de magma eyectado provocó que la parte superior del volcán quedara sin sustento y se desplomara sobre la cámara magmática parcialmente vacía, produciendo una enorme depresión circular que constituye la caldera volcánica que podemos observar hoy. Esta tiene un diámetro de 8 km y una superficie de 50 km2, y es una de las más recientes que se pueden encontrar en Argentina. Actualmente la caldera alberga una laguna que se forma por acumulación de lluvias y que se suele secar en verano. 

Otro de los gigantes de La Payunia, el volcán Payún Liso (3.715 m), es otro estratovolcán también formado por la alternancia de erupciones explosivas y efusivas. En este caso las fases explosivas no fueron de tanta magnitud y por ello su cráter se conserva intacto. Su antigüedad es similar al del Payún Matrú. El volcán El Nevado (3.833 m) por el contrario, es bastante más viejo, con una edad de entre 1 y 2 millones de años. Se formó tambien por la combinación de fases eruptivas explosivas y efusivas y en el interior de su cráter se puede observar un domo de lava que ha sido descubierto por la erosión de un río. Otro volcán de menor altura aunque también digno de destacar es el Malacara, de 1.800 m de altura, y en cuyo proceso de formación se dió una explosión hidromagmática. En este tipo de erupciones el magma en su ascenso encuentra cuerpos de agua subterráneos. 

El resto de los volcanes de La Payunia son conos de entre 100 y 300 m de altura formados por una primera fase explosiva que formó el cono seguidos de una fase efusiva mucho más prolongada que generó las grandes coladas de lava que conforman la mayor parte del paisaje de este área. Muchos es estos conos no están completos, sino que tienen forma de herradura ya que por la fuerza de la eyección se resquebrajaron por el lado por el que se derramó la colada de lava. Otros se mantienen completos al no haber llegado a emitir una colada. 
Aparte de los volcanes propiamente dichos uno de los sectores más atractivos de La Payunia es el conocido como Pampas Negras, al oeste del volcán Payún Matrú. Se trata de una extensa planicie cubierta por granos de un vidrio negro y brillante. Son lapillis basálticos, un material proveniente de la erupción de varios conos muy jóvenes. La combinación de este material con los pastizales de coirón amarillos que a duras penas logran crecer sobre su superficie crean un paisaje único en el mundo. En algunos sectores los lapillis tienen una coloración rojiza por la oxidación de partículas de hierro presentes en el material volcánico, dando una coloración todavía más espectacular a algunas laderas, como por ejemplo las del volcán Morado. Un sector de las Pampas Negras es conocido como el campo de bombas, ya que se encuentra sembrado de trozos de lava que cayeron en estado casi líquido durante una fase explosiva débil del Payún Matrú y que al enfriarse conservaron formas casi esféricas. Estas son de menor tamaño conforme uno se aleja del cráter.  
A la entrada del área protegida se encuentra la Pasarela, un angosto cañón de sólo 10 m de ancho y unos 15 de profundidad formado por el río Grande. Es esta zona el valle del río fue inundado por coladas de lavas basálticas provenientes de la zona de Los Volcanes formando un dique natural. Posteriormente la erosión del agua fue cortando el basalto y formando el profundo cañón, que aún sigue profundizándose. Otro sector digno de ser visitado es una de las coladas formadas a partir de los volcanes de Pampas Negras denominada Real del Molle, con un recorrido de 16 km en dirección sur a lo largo de una suave pendiente, formando una lengua de hasta 12 m de altura y un ancho de entre 1 y 2 km. La lengua de lava rodeó completamente otro cono basáltico. En otra zona conocida como La Carbonilla se puede observar una fractura por la que el magma ascendió a la superficie: la fractura está intacta, encontrándose expuesta e incluso se puede entrar en ella. Esto es bastante infrecuente, ya que este tipo de fracturas normalmente quedan cubiertas por completo por las últimas coladas que las atraviesan.  
Además de todos estos atractivos vulcanológicos y geológicos la Payunia alberga una variada fauna y flora. Aunque geográficamente no pertenece a la Patagonia, ya que se considera como límite norte de esta el río Colorado, su flora y fauna son las propias de la estepa patagónica, siendo una ingresión de esta región ecológica propia de la Patagonia en el sur de Mendoza. La vegetación es rica en matorrales como el colimamil (Adesmia pinifolia), la jarilla (Larrea sp.), el molle (Schinus sp.), la chirriadera (Chuquiraga hystrix) y el solupe (Ephedra ochreata). Los pastizales de gramíneas propias de suelos arenosos cubren grandes áreas, destacando las matas de coirón (Stipa sp.) de tonalidades grises y amarillentas. También abundan los cactus de formas achaparradas y extendidas denominados chupasangre o cojín de suegra (Maihuenia patagonica).  
En cuanto a la fauna y empezando por los mamíferos, destacan las numerosas tropas de guanacos (Lama guanicoe), siendo uno de los lugares que hemos visitado en que se pueden contemplar con mayor facilidad estos hermosos camélidos sudamericanos. También es frecuente la presencia del puma (Puma concolor), gato montés (Oncifelis geoffroyi), zorro gris (Lycalopex gymnocercus), zorro colorado (Lycalopex culpaeus) y zorrino (Conepatus chinga).
Se pueden encontrar muchas de las aves típicas de la estepa patagónica: hay abundancia de choiques (Rhea penneta), también conocido como Ñandú petiso, cóndor andino, aguilucho común, águila mora, caminera colorada, bandurrita patagónica, bandurrita de pico recto, cacholote pardo, monjita castaña y comesebo andino, entro otros. En cuanto a los reptiles destaca la presencia de una par de especies endémicas del sur de Mendoza, la largartija de la Payunia (Lialemus autromendocinus) y el lagarto de la Payunia (Phymaturus payuniae). 
Las numerosas erupciones ocurridas han formaron en la Payunia una cuenca hídrica cerrada. Debido a la ausencia de desagüe de esta se formó una inmensa laguna, Llancanelo, que en épocas glaciales hace unos 14.000 años tenía una extensión mucho mayor que la actual. Su tamaño presente depende de la cantidad del caudal de los ríos y arroyos que bajan de la cordillera.La laguna Llancanelo también tiene categoría de reserva provincial y está catalogada por Birdlife International como AICA o Área Importante para la Conservación de las Aves por  la gran abundancia de aves acuáticas que alberga.
Entre estas se destaca el flamenco austral (Phoenicopterus chilensis), siendo la laguna uno de los lugares de anidación más importantes de esta especie en la Argentina. Otras especies que se reproducen en la laguna son el cisne de cuello negro (Cygnus melanocoryphus), el coscoroba (Coscoroba coscoroba) y varias especies de patos, garzas y gallaretas. En 1995 la laguna fue declarada sitio "Ramsar" como humedal de importancia internacional. Sin embargo en los últimos años la laguna ha disminuido su tamaño de forma alarmante debido a la falta de precipitaciones y al uso del agua para riego. En 2015 llegó prácticamente a secarse, poniendo en peligro la viabilidad de las enormes colonias de aves acuáticas que la utilizan como lugar de reproducción, si bien en el último año (2017) la situación ha mejorado.  
Al estar lejos de grandes poblaciones y desprovista de buenos caminos la Payunia presenta un excelente grado de conservación, habiendo sido apenas modificada por la acción del hombre, aunque en los límites de la reserva hay varios yacimientos petroleros en explotación. Aparte de estos la única actividad económica en la zona es la ganadería caprina trashumante y el turismo. Las localidades más cercanas son Malargüe, unos 100 km al norte de donde parten la mayoría de excursiones turísticas que vistan la Payunia y Chos Malal, en el norte neuquino, distante unos 180 km. Por ambas localidades pasa la mítica Ruta 40. Dado el alto grado de protección del área y la ausencia de caminos internos señalizados es obligatorio para visitar la Payunia ir acompañado de un guía habilitado por la provincia de Mendoza.
Nuestra propuesta es visitar la Payunia como parte de maravilloso recorrido por el distrito del pehuén y el norte neuquino. Puedes ver un video de este tour aquí. Desde Chos Malal nos dirigimos hasta Malargüe y al día siguiente hacemos la excursión a la Payunia acompañados de un guía local. Incluso se puede realizar una vista de varios días acampando dentro del área protegida y haciendo un trekking hasta la caldera del Payún Matrú, una experiencia inolvidable. También visitamos la laguna Llancanelo (si el nivel de agua lo permite) para deleitarnos con la obervación de las enormes colonias de aves acuáticas que habitan en ella. 
FUENTES: 
Lambías Eduardo Jorge, Volcanes: nacimiento, estructura, dinámica. Vazquez Mazzini Editores, 2009. 
Di Giacomo, A. S., M. V. De Francesco y E. G. Coconier (editores).2007. Áreas importantes para la conservación de las aves enArgentina. Aves Argentinas/Asociación ornitológica del Plata, Buenos Aires.
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Entrada de blog de viajes y naturaleza sobre La Payunia, en la provincia de Mendoza, Argentina.

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