Pablo Echávarri Santos's profile

Restauración de fachada. Edificio General Pardiñas 107

RESTAURACIÓN DE FACHADA EN EDIFICIO DE VIVIENDAS C/ GENERAL PARDIÑAS 107, MADRID.
Proyecto: Pablo Echávarri Santos, arquitecto.
Cliente: C. P. General Pardiñas 107.
Publicidad en obras: VSA Comunicación.  S.A.
Andamios: Copmor.
Constructora: Siglo XXI
Dirección Facultativa: Pablo Echávarri Santos, arquitecto.
Coordinador de seguridad y Salud: Alfonso Hernández.
Proyecto de publicidad lonas: Pablo Echávarri Santos, arquitecto.
Proyecto rótulo luminoso de HUAWEI en coronación: Pablo Echávarri Santos, arquitecto.
Fotografías: Pablo Echávarri Santos, arquitecto.
Propuesta pictórica en fachada: Jack Babiloni.
Estado inicial
Estado restaurado.
·         Información previa: antecedentes y condicionantes de partida.

Se ha realizado consulta al archivo de la Villa sobre antecedentes del edificio.

En anexo, se adjunta documentación obtenida del archivo de la Villa: hemos encontrado dos proyectos.

El primer antecedente es el proyecto del arquitecto Críspulo Moro Cabeza, de 1923. Un edificio de planta similar a la actual. Consta de semisótano, planta baja, planta 1ª a 5ª y ático. Se accede por General Pardiñas. Dispone de dos patios de igual disposición que la actual. Varía la escalera, que tiene diferente trazado con el tramo de peldaños abierto a patio, al revés que actualmente donde es el rellano el que da a patio. Varía por tanto también el acceso a viviendas y presuntamente la distribución interior de viviendas, que no es objeto de este proyecto. La fachada es totalmente diferente a la existente, en cuanto a despiece de sillares, cerrajería, miradores, elementos ornamentales, de una riqueza de la que actualmente no hay rastro.


Plantas proyecto de 1923
No dispongo información de las causas de que la imagen externa no se corresponda con la que nos muestra el edificio. En mi opinión este edificio proyectado nunca se construyó según este proyecto, simplificándose mucho el lenguaje ornamental y modificando la escalera, y elevándose sólo hasta la planta 4ª. Pero se observa la misma disposición de vanos y balcones.

El edificio recupera su altura y edificabilidad en 1949, tras la reforma del edificio realizada según proyecto de 1946 de los arquitectos Manuel Jaén Albaitero y Carlos García San Miguel.

Este proyecto es interesante como antecedente pues nos muestra un estado anterior a la reforma donde las fachadas del edificio original vemos que han sufrido cierta alteración. La reforma consistió en ampliar el edificio tres plantas más: dos plantas tipo y una nueva planta ático.
Alzados del proyecto de 1923.
Alzado realmente construido. Dicho plano aparece con el proyecto de ampliación de 1949, como estado actual.
Se amplía en tres plantas la altura del edificio.
Según la memoria de dicho proyecto, que se adjunta en anexo como antecedente facilitado por el Archivo de la Villa, se proyectaron dos viviendas por planta. La fachada es de ladrillo cerámico de un pie de espesor y cara vista en fachada y en ático con ladrillo hueco doble, sentadas con mortero de cemento y arena y guarnecidas y tendidas al interior. realmente se ampliaron con ladrillo hueco doble para aligerar peso y se revocó con un mortero de cal rojo.

La estructura se realizó con pilares de hormigón de 25x25cm y vigas de 23x30cm, y el apoyo de los pilares se realizó sobre una viga carrera de hormigón armado de 25x20cm apoyada sobre los muros de carga del edificio. Igualmente se dispuso de carrera de igual dimensión en los bordes de fachada.

Forjados de tipo autárquico formado por nervios de hormigón armado, placa de compresión de 4 cm y piezas cerámicas de relleno.

La escalera se realizó a la catalana con triple rasilla y peldañeado de piedra artificial. Actualmente el peldañeado es de mármol blanco.

La terraza es a la catalana con cámara de aire, y solada con baldosín catalán.

Reforma: La fachada original sufrió los siguientes cambios: Se suprimieron los antepechos de balcones en los huecos indicados en proyecto por otros de hierro aprovechando los existentes, para las plantas BAJA, 1ª y 2ª. En la planta 3ª se cerraron con antepechos en fábrica todos los huecos, convirtiendo las balconeras en ventanas. Se proyectó sobre el antepecho del ático, una barandilla de hierro y pináculos de hormigón para remates de la misma. Estos pináculos hoy en día no existen pero se pueden ver en fotos de la época.

Los acabados de fachada son según memoria, enfoscado revocado a la catalana, dato importante a tener en cuenta, pues actualmente lo que apreciamos es un enfoscado con capas de pintura, aparentemente sin presencia de revoco.

Hasta la línea de imposta se proyectó un enfoscado almohadillado, del que no queda vestigio al estar los locales comerciales cubriendo con su propio acabado la fachada. El resto de fachada hasta planta 3ª más el ático, en enfoscado liso revocado a la catalana. Las plantas nuevas 4ª y 5ª, en ladrillo visto.

La puerta del portal se modificó creando unas embocaduras a modo troneras para dar mayor amplitud a la entrada en su plano de fachada, quedando la puerta más estrecha. Actualmente esa embocadura se ha perdido, quedando el hueco reducido al ancho de la puerta. Será un tema a recuperar según proyecto de 1946.

Hoy: El estado actual, del que no he encontrado antecedentes, presenta una fachada totalmente enfoscada, unificando la totalidad con el mismo tratamiento. Se han prolongado a planta baja las molduras de las esquinas, se han colocado molduras nuevas a todos los huecos de fachada, y se han colocado a modo ornamental piezas de escayola circulares sobre los ejes de las ventanas. El acabado del paramento parece tener varias manos de pintura que dejan entrever un despiece del revestimiento. Este despiece parece más constructivo que decorativo, por el tamaño de las divisiones, propio de la ejecución de un revestimiento por tramos delimitado por unos berenjenos.
Imágenes de mediados de 1950. Con el edificio al fondo, en el centro, recientemente ampliado en 1949.
Imagen de mediados de 1950. Tras la ampliación del edificio (a la derecha) plantas superiores revoco de mortero de cal rojo.
Imagen de mediados de 1950. Tras la ampliación del edificio (en primer plano) plantas superiores revocadas en color rojo.
Imágenes extraídas del visualizador urbanístico. Corresponde a un estado intermedio entre la ampliación de 1949 y el estado actual.
Aquí las plantas superiores ya han sido revestidas con un enfoscado, al igual que las inferiores.
Se aprecia un despiece en cuadrícula que parece responder a un sistema de cortes por tajos de ejecución.
El ornamento se reduce a las cornisas.
Actualmente, la fachada presenta el estado de las imágenes que reproducimos a continuación: El enfoscado de la fachada está pintado y aparentemente más liso que en la imágenes precedentes, en un color amarillo tipo vainilla, con elementos ornamentales en blanco. Aparecen en TODOS los vanos, embocaduras nuevas, y sobre las ventanas y balcones, unos discos de escayola similares a los que se repiten en la cornisa, lugar de referencia de donde se ha tomado el modelo ornamental.
Descripción del estado actual del edificio y justificación de las obras.

Ya hemos descrito los antecedentes del edificio y el sistema constructivo del mismo según etapas de construcción.

La Comunidad de propietarios desea mejorar la imagen exterior del edificio. Actualmente presenta un acabado, que no es el original y de baja calidad. Hemos recopilado en este proyecto los antecedentes del edificio para hacer una propuesta acorde con su historia, sus calidades originales y aspecto claramente diferenciado entre el primer edificio y las plantas posteriormente añadidas.

Actualmente el edificio se ha unificado con un mismo acabado, que aparenta ser un enfoscado sin revoco, con juntas constructivas de ejecución que se pierden por la superposición de capas de pintura. En los petos de ático y cubierta, la pintura tiene pérdidas asomando el enfoscado gris como prueba de inexistencia de un revoco teñido en masa.

Por el momento no se ha podido hacer una cata para analizar composición o superposición de capas, pero tenemos una idea aproximada entre lo que refleja la memoria del proyecto de 1946, las fotos históricas y el presente.

Nuestra propuesta aplicará la Instrucción 4/2012 relativa a los criterios generales de la CPPHAN.

-Recuperar sistemas tradicionales descritos en la memoria de proyecto original:

Revestimiento a la catalana. Sobre una capa de mortero base para dar planimetría al soporte con armadura de mallatex (malla de fibra de vidrio), con terminación raspada para dar anclaje al mortero tradicional de cal grasa., se aplicará un revoco tradicional de cal grasa envejecida en balsa y pigmentada con óxidos minerales, en una superposición de 2 capas en terminación de espesor 1,5 cm. y 1 cm. respectivamente, realizadas con argamasa (agua+cal+color) y arena de mármol de diferentes grosores de 0,2 a 2 mm., i/despiece, mediante llaguero, plinto, abujardado con martillina. Una vez realizado el despiece con el llaguero se marca con el paletín el plinto para lograr una imitación de los almohadillados de las fábricas de piedra. La terminación que se aplica a este revoco sería con martillina.

Revoco liso bruñido. Sobre una capa de mortero base para dar planimetría al soporte con armadura de mallatex (malla de fibra de vidrio), con terminación raspada para dar anclaje al mortero tradicional de cal grasa., se aplicará un revoco tradicional de cal grasa envejecida en balsa y pigmentada con óxidos minerales en una superposición de capas en terminación liso bruñido.


En planta baja, apenas vamos a actuar pues la mayor parte de la fachada queda recubierta por los locales comerciales que ocupan planta baja y semisótano. Tan solo 6 vanos a calle María de Molina pueden tratarse y el área del portal. Aquí la memoria del proyecto hablaba de un enfoscado almohadillado, donde la junta se marcaría con profundidad. Como zócalo, en el portal vamos a recuperar el uso del granito, emulando la apariencia del proyecto original y el sistema constructivo habitual de la época. Profundizaremos si encontramos los sillares de granito bajo el revestimiento actual. En caso de no hallarlos, aplacaremos el zócalo con piezas de gran formato y rematadas por una imposta de granito macizo, según planos.

En plantas 1ª 2ª y 3ª aplicaríamos el revestimiento a la catalana, según rezaba la memoria del proyecto original.

Plantas 4ª y 5ª: La fachada del edificio ampliado se proyectó en ladrillo macizo visto, y así estuvo según vemos en las fotos más recientes a su construcción. Tenemos las siguientes soluciones, que analizamos para ver su viabilidad, con el objetivo de devolver una imagen diferenciadora entre la parte antigua y la ampliada:

- Picado del revestimiento actual y recuperación del ladrillo original. Tiene como inconveniente, el desconocimiento del estado en que podemos encontrar el ladrillo, ya que picar un enfoscado sobre ladrillo, el enfoscado siempre se lleva la parte superficial debilitada de la fábrica, especialmente cuanta mayor dosificación tenga de cemento. Requeriría una reposición de ladrillos y la búsqueda del similar o un fresado de su superficie en el mejor de los casos. Además los recercados de escayola que actualmente adornan las ventanas, que no eran originales deberán eliminarse por incompatibilidad de lenguaje arquitectónico. Según proyecto de 1946, se aprecian sobre las ventanas ladrillos colocados a sardinel. Este sardinel queda oculto por su mitad con los recercados, lo cual nos plantearía eliminarlos. En mi opinión, es inviable, por las pocas garantías de recuperación y resultado.

Proponemos como solución que cumpla los objetivos de diferenciar el edificio original y la ampliación utilizando los revestimientos tradicionales de morteros de cal:

- Revoco liso bruñido, monocromo y con mismo color al revoco de las plantas inferiores. El revoco iría teñido en masa para evitar que el color degrade antes. Embocaduras de ventanas lisas, más simplificadas que las propuestas en plantas inferiores. Realizadas en mortero de cal in situ. Por deseo expreso de la Comunidad de propietarios, se mantendrá el alero de escayola y los cuatro grandes rosetones que dan a C/ María de Molina.

Planta 6º (ático): la fachada fue pensada para revestir, pues su composición es de ladrillo hueco doble para aligerar. La propuesta sería un revoco a la catalana en con el mismo tratamiento que el de las plantas 1ª a 3ª. El peto de cubierta será liso, recercándolo compositivamente con moldura lisa como tuvo en su origen, según fotos de la época.

Patios: Presentan deterioro superficial con desprendimiento de pintura, fisuras y suciedad de escorrentía, especialmente en el núcleo de escaleras y en las dos últimas plantas. La superficie es lisa y blanca, posiblemente un enfoscado. Su reparación será para recuperar la estabilidad y estética, utilizando los mismos sistemas constructivos: enfoscado y pintura al pliolite o al silicato.

Zonas comunes: portal y núcleo de escaleras. La intervención en el interior no está sujeta a licencia, al no tratarse de un portal protegido. El alcance de las obras consistirán en eliminar el gotelé de la escalera, proteger una altura de zócalo con texturglass o similar y pintar, modificar el alumbrado general de las zonas comunes. En el portal, se estudiará una propuesta con la comunidad de vecinos puramente decorativa, que afectará solo a acabados, iluminación, pintura y decoración.
CUMPLIMIENTO DE LA INSTRUCCIÓN 4/2012 RELATIVA A LOS CRITERIOS GENERALES DE LA CPPHAN

La intervención propuesta se basa en la interpretación de los antecedentes históricos recabados en el Archivo de la Villa (ver Anexo). El edificio tiene una historia llena de incidencias: proyectos ejecutados de forma diferente a lo proyectado, fases inacabadas, ampliaciones, modificaciones de acabados de fachada, etc.

Por tanto hemos hecho un análisis riguroso de su historia para determinar cuál sería su mejor propuesta de intervención basándonos en las intenciones de proyecto, en la recuperación de sistemas tradicionales de revestimiento mediante revocos de cal, que se propusieron pero quedaron en simples enfoscados pintados, recuperar la diferenciación histórica y constructiva entre el edificio original y el ampliado.

Hemos procurado hacer cumplimiento de la instrucción 4/2012, todo debidamente justificado.
Proyecto: se pretende recuperar el revoco artesanal en texturas y colores dominantes de la zona. Ya la memoria del proyecto original citaba que la fachada debía ser un revoco a la catalana. Si actualmente no tiene apariencia por la sucesión de capas de pintura y superficie plana, que como hemos explicado antes en los antecedentes, parecen ser más bien un enfoscado con una pintura al pliolite o similar, lo veremos en la campaña de catas. En caso de no encontrar el revoco, procederemos a picar la base, aplicar nueva y revocar a la catalana.

En planta baja, tan solo actuamos en los 6 vanos a calle María de Molina, que no interfieren con los locales comerciales. Aquí la memoria del proyecto hablaba de un enfoscado almohadillado, donde la junta se marcaría con profundidad de 4 cm, y 6cm de ancho, revoco de cal, plinto y martillina.

La fachada de los locales comerciales, no son objeto de este proyecto, proponiendo nuestra propuesta tipológica como guía en futuras reformas de los locales. La propuesta sería que vamos a aplicar a la fachada del portal.

El portal actualmente tiene un chapado de granito, que debió ser colocado en la década de los 90 o principios del 2000. Se eliminó el aplacado y la embocadura a modo de tronera que se refleja en proyecto de 1946 y se ve en fotos de archivo del visualizador urbanístico que vemos a continuación:
embocadura del portal según proyecto de 1949. Se mantuvo hasta principios del siglo XXI.
Así la encontramos en 2017. Nuestro proyecto recuperará el abocinado original y materiales.
Nuestra propuesta recuperará formalmente el hueco original de entrada con su volumetría achaflanada. Se aprecia en planos de 1946 un diseño similar al de la foto, por tanto damos por buena esta configuración. Los acabados serán según propuesta gráfica, inspirada en los planos del primer edificio de 1923: un zócalo de granito rematado en imposta, y un revoco almohadillado a la catalana, plinto y martillina, que acabamos de describir, modulado cada 50 cm de altura.

En plantas 1ª, 2ª, 3ª igualmente se recuperaría el revoco a la catalana según despiece y técnica tradicional de revoco de cal, plinto y martillina, según modulación de aproximadamente 50cm de altura que nos facilita la composición de vanos.
Estado tras nuestra restauración. Quedaría pendiente sustituir la puerta.
Plantas superiores: al picar el enfoscado encontramos restos del revoco original rojo sobre ladrillo de hueco doble.
Estas escayolas no son originales, se pusieron en la última reforma 12 años atrás. Carecen de valor alguno y son eliminadas.

Aquí encontramos que en la reforma de 1949, varios huecos que eran balconeras, se transformaron en ventanas, siendo cerradas con un simple panderete.
Se sustituyen todas las embocaduras de ventanas por unas de diseño más sobrio. Muestras de color para los revocos de mortero de cal.
Reconstrucción de almohadillados abultados en las esquinas. Se utilizan anclajes y alambre inoxidable.
Acabado final de esquina: almohadillados y revocos de cal con despiece de plinto y martillina.
Aplicación de capa base de mortero de cal sobre malla de fibra
Colocación de molduras de escayola.
detalle acabado de paramentos con plinto y martillina en plantas 2, 3, 4.
Acabado en plantas 5 y 6, en liso bruñido. para diferenciar edificio de 1949 del de 1923.
Detalle del edificio terminado
Últimos repasos
ANTES - DESPUÉS
Antes
Resultado final
Propuesta mural no ejecutada. Artista: Jack Babiloni.

Mi intervención parietal “NADA ES TODO” gravita (y el título así lo delata) sobre la dualidad VACÍO-TOTALIDAD contemplada en su dimensión más abiertamente espiritual. Es vox populi –y así lo atestiguan familiares y amigos de Carmen Laforet[1]– que esta literata redactó todo su corpus literario anotando frases en hojas sueltas y humildes cuadernos íntimos de todo pelaje, mientras la inspiración la arrebataba en jardines universitarios, trayectos de tranvía o asuetos de café urbanita o rural; sin embargo ha quedado instalado en el inconsciente colectivo español –y más concretamente el madrileño– que esta escritora compuso su novela “Nada” (Premio Nadal 1945) en el inmueble que nos ocupa. Tuve la tentación en un principio, al recibir este encargo muralista por parte de la dirección facultativa, de adscribir mi propuesta al marco de un homenaje plástico a la obra de la literata aludida; sin embargo puntualicé sutilmente esta primera movición una vez releída la novela (mi primera lectura de ella databa de mi época adolescente –hace más de tres décadas–), habida cuenta de su asfixiante –pero sin duda genial– localismo; no obstante comprendí que su aroma levemente existencialista sí podría convertirse en substancia universal de mi obra plástica. Para ello partí de las concomitancias alojadas en el título (“Nada”), pero ubicando mi foco de actuación no en sus evidentes sugerencias nihilistas o –si se quiere– de lúgubre densidad sino, dando un salto en tirabuzón hacia delante, haciendo hincapié en una reflexión acerca de la relación simbiótica de los opuestos (que luego no lo son tanto) VACÍO-TOTALIDAD. Sobre este particular incidiré más adelante. Antes me permito una digresión: Toda mi obra plástica de los últimos 25 años persigue proponer constructos artísticos que inciten a conclusiones de euforia, felicidad y alegría en el espectador; en suma, a considerar mi práctica artística como –pido disculpas de antemano por lo que pudiera sonar a extralimitada y romántica ambición– un vehículo de generación de energía sanadora. Teniendo esto en cuenta me fue imposible encontrar paralelismos semejantes en la novela de Laforet; sin embargo he de confesar que reflexionar largamente sobre su título –de impacto sensorial tan abierto y, al tiempo, tan congestionante– sí me dio la clave de actuación (la ya mencionada y clarísima ostentación de la dualidad VACÍO-TOTALIDAD), pero enfocándola según lo hace el “Libro del Tao”[2], de Lao Tse, o –en su vertiente occidental– la escuela estoica griega (tomando como referente principal “Meditaciones”, de Marco Aurelio). Esto es: el vacío como cesación del apego a la experiencia sensorial, siempre contingente e incompleta, y la aceptación de la totalidad como plenitud asociada a la consecución de esta cesación. Esto es: la felicidad como más excelso –y elaborado– antónimo del mero placer. Para ello mi propuesta plástica incide en motivos que aluden a esta plenitud: Seres serenamente sonrientes (antropomorfos y zoomorfos) van perlando el fondo blanco del revoco, recortándose inequívocamente sobre él en clara relación figura-fondo (esto es: sin imbricaciones o nexos entre motivos figurativos). La sensación de perspectiva soloes sugerida mediante el juego de escalas entre unos motivos y otros, en un claro intento de no desdecir la naturaleza bidimensional de mi obra y huyendo como del diablo, como siempre lo hago, de considerar la actividad plástica como (siempre burdo) trampantojo. Sin embargo en ningún momento los motivos se entrelazan, entrecruzan o interfieren entre ellos, por una sencilla razón: No conviene olvidar que pintaré mi mural a altura considerable sobre la cota cero –nivel de calle–, y esta circunstancia me hace evitar iconografías que desprendan un excesivo barroquismo, siempre difícil de apreciar por el espectador (como es obvio) a largas distancias. Otra de mis moviciones de identidad plástica es la caligrafía entendida como un rasgo dibujístico más, antes que como herramienta de transmisión de ideas abstractas, de lenguaje estructurado tendente a emitir enunciados de toda índole. Es por ello que ciertos fragmentos caligrafiados del “Libro del Tao” y de “Meditaciones” se entremezclan con los motivos figurativos recién aludidos, en partes estratégicas siempre elegidas por la excesiva continuidad de paños de fachada más horizontales que verticales. Con esto quiero decir que allí donde el paño me permite más proyección vertical he decidido ubicar una figura, mientras que donde el paño me permite elongación he decidido redactar las frases caligráficas, por obvias razones de inteligibilidad compositiva y redactora. Mi propuesta plástica, pues, aloja el intercalado de ambas iconografías (entendiendo, como recién dije, que para mí la caligrafía es un grado iconográfico más), añadiendo un recurso voluntariamente restrictivo: la utilización de solo cuatro colores para toda la confección mural: negro, azul, rojo y amarillo (y, por supuesto, el blanco del revoco que, en ciertas figuras, actúa como un quinto color). Los trazos elegidos para la creación de las imágenes son voluntariamente rudos, discutibles y primitivos, como en todos mis murales, al objeto de primar el impacto visual general por encima de las especificidades locales y, además, no olvidando lo que siempre ha de tenerse en cuenta, según mi criterio, al crear intervenciones parietales: que estas deben manufacturarse como partículas interrelacionadas pero contemplarse como un todo lo más unitario posible; vale decir: como experiencia plástica percibida por el espectador en un solo instante de espacio-tiempo, más allá de que también deba permitir ulteriores deleites más eminentemente particularizantes. Además, y por último, la ubicación de este inmueble sobre el plano de Madrid lo convierte en un enclave especialmente observable para cualquier automovilista que acceda a la ciudad por la A-2, a la altura del nudo de Avenida de América; esto es como decir que las fachadas y el chaflán de este edificio concreto resultan hito de bienvenida que cualquier automovilista recibe en media lontananza al entrar a Madrid por la citada arteria. Por ello las figuras que he elegido dispersar en todo el mural hacen referencia a este rito de iniciación de bienvenida –algo así como considerar este inmueble como una licenciosa puerta de entrada–, y que esta bienvenida la regalan los siguientes personajes: gatos (licencia metafórica para referirse a los habitantes de Madrid, pero también licencia poética que designa el más alto grado de iluminación mental), soles y animales bienvenidores y mujeres y hombres que coreografían una cierta pretensión de canon estético universal. Confecciono mi intervención parietal “Nada es todo”, pues, con esta volición de convertirlo en hospitalaria puerta de arribo a la ciudad desde el Noreste de la península, y es en este juego onírico donde deseo que el espectador comience a generar sus más exhaustivas y detalladas conclusiones de percepción.

Jack Babiloni,
a de 28 de abril de 2018

[1] Visiónese, a este respecto el documental titulado “Carmen Laforet, la chica rara” (del ciclo Imprescindibles), con guión y dirección de Ana Pérez de la Fuente y Marta Arribas Veloso (disponible en el canal RTVE, de YouTube).
[2] El Dào Dé Jīng (Chino: 道德經: Tao Te Ching, también llamado Tao Te King), cuya autoría se atribuye a Laozi (Lao Tzu, también trasliterado como Lao Tse, "Viejo Maestro"), es un texto chino que hoy en día se afirma como escrito alrededor del siglo VI antes de Cristo.
Restauración de fachada. Edificio General Pardiñas 107
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