LA FAMILIA DEL MAÍZ; UN VIAJE A PUEBLO VIEJO, MISANTLA.
En un pequeño poblado de Veracruz, en el municipio de Misantla, existe un pequeño poblado "Pueblo Viejo", cuenta la vieja tradición que la antigua cultura Totonaca tuvo uno de sus principales recintos dentro de ese asentamiento. Abandonado y olvidado mucho tiempo tras la llegada de los españoles, ocasionó que la zona sufriera un deterioro significativo.
Con el paso del tiempo, poco a poco la gente volvió a sus raíces y poco a poco comenzó a habitarla nuevamente, pero tristemente para las cabeceras municipales y para las grandes ciudades estas zonas no tienen mayor relevancia.
El investigador gastronómico, cocinero, director de XOCO DIVULGACIÓN GASTRONÓMICA y amigo Arodi Orea tiene una opinión muy diferente que comparto con el. Considera que nuestro potencial culinario está en estos lugares donde se pueden dar experiencias gastronómicas que no solo deleiten el paladar de los comensales, también que lo involucren a conocer la importancia e historia de la comunidad, la procedencia de los alimentos que consumimos y darle ese valor a ese producto de la tierra que hemos perdido como sociedad.
En ésta pequeña comunidad perteneciente al municipio de Misantla llamada "Pueblo Viejo" la familia Salazar, se dedican principalmente a la siembra y recolección de uno de nuestros principales productos de consumo: El Maíz Criollo, en éste caso, maíz negro.
Doña Julia, la matriarca de la familia domina con maestría el arte del metate y la preparación de la tortilla con maíz de la cosecha con el apoyo de su Hija Valentina y para no quedarse atrás la pequeña Lilian también busca adquirir protagonismo en las actividades de acompañamiento con Odilón y Agustín para mostrarnos en una milpa parte de los procesos de cultivo y recolección del maíz que fueron sembrados en meses pasados.
Mientras tanto en la pequeña casa donde nos hicieron favor de recibirnos, Doña Julia, Matriarca de la familia y sus hijos preparan tamales que están listos para cuando regresamos.
La experiencia no solo ocurre al conocer el proceso del maíz, también en conocer el origen de nuestro más importante alimento ancestral y el respeto que la familia le guarda, como fuente de alimentación y la humildad de compartirlo.
Sobra decir lo gratificante y sumamente satisfactorio que es sentarse y compartir la mesa con una familia que ofrece su esfuerzo, entrega, sacrificio para ofrecer el fruto de su trabajo y esfuerzo con mucha humildad, lo cual es motivo de reflexión para entender lo importante que es recuperar los sembradíos y campos mexicanos que por mucho tiempo han estado en situación de olvido, por un lado, por otro es necesario entender el daño que por mucho tiempo ha provocado el maíz transgénico a nuestro MAÍZ CRIOLLO en sus distintas variedades y colores.
Nuestro maíz es identidad e historia, el no conocerlo y no valorarlo es ignorar nuestro pasado, presente y futuro. Es indispensable darle la importancia y respeto que merece para recuperar lo que nos define como mexicanos, como auténticos y verdaderos "HIJOS DEL MAÍZ".
