Septiembre 2017.
Este año y este mes me enseñaron la magnitud de la vida. Nada es eterno, ningún camino está definido.
Eres tú, con tu mente y tu visión. Así lo creía.
Ahora que termina el año me doy cuenta que no es así, hay muchos corazones latiendo a mi lado, muchos ojos viendo y manos listas para activarse. Hoy crece mi visión por ustedes, los incansables, ejecutores del destino. Mejorando el mundo, el país y a las personas. Mostrando de que están hechos, compartiendo su corazón y alimentando un ser colectivo que somos. Gracias a ustedes todo se vuelve positivo, rico, esperanzador. 
Todo cambia, ustedes llegaron y siempre los voy a tener. Ahora algo de ustedes es mío y yo soy mucho de ustedes.
Gracias por ser, estar y compartir.
Tanganica 67
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