Paz, Colombia

Como un homenaje al profundo significado histórico y social que implicó el proceso de diálogo por la paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ideamos una serie de cinco animaciones que colocan, desde voz personal, las vivencias y esperanzas de un pueblo que levanta la mirada hacia un futuro con justicia social.
Capítulo 1
Cultivos ilícitos
Sandra tiene 20 años. Trabaja como mesera en un corrientazo en Cali, después de haber sido
vendedora en semáforos y empleada doméstica. Desde muy joven le tocó ponerse a trabajar, porque
su mamá, que es campesina, tiene 8 años presa, por tener media hectárea sembrada de coca.
Recuerda que sus papás se conocieron en una marcha cocalera en Caquetá en los años 90, donde
protestaban contra las fumigaciones aéreas, y pedían atención del Estado y alternativas de
producción y reconocimiento, pero lo único que consiguieron fue más represión, con muertos,
heridos y detenidos. Habla de las 95 mil familias que como la suya viven del cultivo de coca.
Expresa sus esperanzas en los acuerdos sobre drogas ilícitas de los diálogos de paz, que le dan la
oportunidad a esas familias de desligarse del narcotráfico en condiciones justas. Y de la oportunidad
para suspender el proceso de su madre, que como 3871 mujeres están presas por delitos menores
relacionados con el narcotráfico. Imagina su vida de vuelta al campo y junto con su familia.


Paz, Cultivos Ilícitos
Créditos:
Concepto y dirección general: Mecha. Producción ejecutiva: Jacobo Alban. 
Guión: Eduardo Febres. Dirección de arte: Adriana Genel.
Ilustración: Adriana Genel, Erick Molina y Samuel Arroyo.
Dirección de animación: Carlos Zerpa. Animación: Beltrán Pérez, Abraham Mejías y Carlos Zerpa.
Dirección de actores: Adrianna Requena, Diseño sonoro y musicalización: Samburá Producciones.
Capítulo 2
Participación política
María del Carmen Vargas tiene 35 años. Es conserje en una escuela en Barranquilla desde hace diez
años, pero viene de Turbo, Urabá, donde trabajó en una plantación de plátano hasta 2006. Se fue de
ahí con su hijo tras recibir advertencias y amenazas, desde una vez que le contó a una periodista por
qué nunca había votado en una elección: habló de los autobuses que llevaban a los votantes
comprados, de los actos de terror y los asesinatos a candidatos, para que los candidatos afines a los
paramilitares pudieran ganar siempre las elecciones. Ahora habla de las dificultades que atravesó
desde que tuvo que dejar Urabá, aunque aclara que tuvo mejor suerte que muchos otros, que
mataron solamente por ser simpatizantes de una opción política. Dice que ahora ella es parte del 15
por ciento de la población negra de Colombia que ha sido desplazada, y que con los Acuerdos de
Paz espera mucho más que votar y volver a casa junto a los 6 millones de desplazados: formará una
radio comunitaria, para que muchos puedan contar y hacer su historia con libertad.

Paz, Participación Política
Créditos:
Concepto y dirección general: Mecha. Producción ejecutiva: Jacobo Alban. 
Guión: Eduardo Febres. Dirección de arte: Rodrígo García.
Ilustración: Rodrígo García, Abraham Mejías y Robinson Moreno.
Dirección de animación: Carlos Zerpa. Animación: Beltrán Pérez y Carlos Zerpa.
Dirección de actores: Adrianna Requena, Diseño sonoro y musicalización: Samburá Producciones.
Capítulo 3
Tierras
Armando vive en la misma casita desde toda la vida, que antes fue de su papá. Ahora vive con su
nieto, de 19 años, que es jornalero como él lo fue en su juventud. Lo mandaron a vivir con él porque
creen que no puede estar solo. Cría gallinas con otros hombres de su edad, para poder comprarse las
medicinas. Trabajó desde los diez años, y llegó a la vejez sin ningún respaldo para poder vivir
dignamente, ni para dejarle nada a sus hijas, y ni siquiera para ocuparse de la enfermedad de su
difunta esposa.
En 2013 un compadre lo invita a la marcha agragaria (2012), y aunque a él nunca le gustó andar en
eso de la política, decide sumarse cuando el patrón le cobró por una lona rota.
En la marcha pasa de la euforia al miedo cuando se pierde y mientras la policía reprime, pierde la
memoria.
La experiencia en el paro le hace abrir los ojos a la realidad nacional. Se entera de que un viejo de
cada diez cobra pensión. Hoy ve en los acuerdos de paz una solución concreta para que se
garanticen sus derechos y los de los trabajadores: poder tener una pensión, lo que permitiría a su
nieto retomar los estudios, y a él se dedicarse a trabajar desde las ideas y la participación social con
otras personas en edad de retiro. Para envejecer con dignidad y paz.
Paz, Tierras
Créditos:
Concepto y dirección general: Mecha. Producción ejecutiva: Jacobo Alban. 
Guión: Patricia Franco. Dirección de arte: Rodrígo García.
Ilustración: Paula Isabel, Rodrígo García, Abraham Mejías y Robinson Moreno.
Dirección de animación: Carlos Zerpa. Animación: Beltrán Pérez y Carlos Zerpa.
Dirección de actores: Adrianna Requena, Diseño sonoro y musicalización: Samburá Producciones.
Capítulo 4
Víctimas
Jairo es taxista en Bogotá. No puede trabajar en horario nocturno porque no puede dejar sola a su
mamá de noche. Ella apenas tiene sesenta años, pero tiene un problema de pánico que persiste doce
años después que dejaron Medellín, donde recibió las últimas amenazas. A Jairo le tocó vivir con
ella una masacre a los cinco años de edad, en 1988: el 11 de noviembre un grupo de asesinos entró a
Segovia disparando y lanzando granadas indiscriminadamente. Su hermano y más de cuarenta
inocentes murieron y mientras cien quedaron heridos.
La masacre fue ordenada por un caudillo liberal para castigar al pueblo por haber votado por la
Unión Patriótica. La madre de Jairo quedó muy afectada, y apenas la familia vio una oportunidad, la
mandó a Medellín con unos primos. Allá Jairo y su mamá estuvieron más de diez años, hasta que
comenzó la Operación Orión, y con los operativos policiales en el barrio, la madre revivió lo de
Segovia y no lo soportó. Fue cuando se movieron a Bogotá, y en un hogar de cuidado, con
medicación, la señora pudo calmarse un poco, aunque nunca recuperó la calma.
En los Acuerdos de Paz, Jairo ve una oportunidad para que su madre y siete de cada diez pacientes
que sufren problemas de salud mental debido al conflicto armado, reciban del Estado el
reconocimiento y la ayuda que necesitan para seguir adelante. Lo ve como un primer paso para que
Colombia recupere junta la lucidez y la paz.
Paz, Víctimas
Créditos:
Concepto y dirección general: Mecha. Producción ejecutiva: Jacobo Alban. 
Guión: Eduardo Febres. Dirección de arte: Rodrígo García.
Ilustración: Rodrigo García, Erick Molina y Paula Isabel.
Dirección de animación: Carlos Zerpa. Animación: Beltrán Pérez y Carlos Zerpa.
Dirección de actores: Adrianna Requena, Diseño sonoro y musicalización: Samburá Producciones.
Capítulo 5
Soy Guerrillera
Sonia tiene 46 años. No sabemos exactemente dónde está, pero vive en un campamento guerrillero
desde hace unos 25 años. Antes estudió historia en la Universidad Nacional en Bogotá, donde
comenzó a militar, hasta que vio los espacios de participación política cerrarse y hacerse más
peligrosos, por lo que eligió unirse a la guerrilla. Le costó trabajo adaptarse, pero eso la hizo más
fuerte. Tomó parte en la toma de la base de Las Delicias, donde la guerrilla triunfó tras varios días
de infiltrar guerrilleros en la selva aledaña, y un asedio que duró más de trece horas. Ahí perdió a su
compañero, como vio caer a tantos durante la guerra. Con los Acuerdos de Paz, espera que el dejar
las armas abra el camino para construir justicia social en todos los espacios, donde pueda sembrarse
la vida y la paz.

Paz, Soy Guerrillera
Créditos:
Concepto y dirección general: Mecha. Producción ejecutiva: Jacobo Alban. 
Guión: Patricia Franco. Dirección de arte: Rodrígo García y María Coello.
Ilustración: María Coello, Rodrígo García y Erick Molina.
Dirección de animación: Carlos Zerpa. Animación: Carlos Zerpa.
Dirección de actores: Adrianna Requena, Diseño sonoro y musicalización: Samburá Producciones.
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Gracias
Paz, Colombia
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