El edificio B de la Universidad de los Andes, construido entre los siglos XVIII y XX, fue el principal pabellón de la antigua cárcel del Buen Pastor hasta que llegó al campus de la Universidad. En 1976 fue reacondicionado y restaurado y veinte años después se tuvo que desalojar debido al débil estado de la estructura del techo. En su restauración, se mantuvo el volúmen original de la construcción pero se reforzó estructuralmente.
Este edificio así, involucra una sección de vidrio que está sostenida por numerosas vigas de acero inoxidable, las cuales a pesar de, tal vez, no haber sido construidas intencionalmente, permiten generar una claraboya de luz horizontal en el edificio. De esta manera, la luz que entra a través de esta superficie logra generar unas sombras que permiten ver un tipo de tamizado en el piso de la construcción. Además, esto le da movimiento al edificio ya que dependiendo de la hora del día y la potencia del sol, este tamizado se verá de diferentes intensidades y en diferentes posiciones.