Lo que más me enamoro de la Habana no fue su arquitectura, tampoco sentirme como en una película de los años 50 con sus carros viejos, ni quedarme congelada en el tiempo sin tecnología; lo que me enamoro fueron sus calles, si tuviera que describirlo en una frase diría que Cuba es Música, porque se respira música en cada calle, pero además se respira pintura, escultura, danza, fotografía, etc., oficios como la pesca y las artesanías son parte de la vida cotidiana en Cuba, y eso es lo que se quiere mostrar en esta pequeña serie urbana.