Tomó su tiempo, pero el Sapo Muerto está terminado.
El delgado límite entre la abundancia y la avaricia, ha sido cruzado. Lo último que queda es ver sucumbir al pobre sapo, ebrio y herido, a la deriva de un mar de cerveza.
El delgado límite entre la abundancia y la avaricia, ha sido cruzado. Lo último que queda es ver sucumbir al pobre sapo, ebrio y herido, a la deriva de un mar de cerveza.