Para el isotipo se trabaja con volúmenes de gran peso visual y regidos por una geometría explísita, esto, siguiendo el lineamiento de las grandes automotrices que en el estudio previo se asimilaron como referentes estilísticos.
Se enmarcaca la fusión de las iniciales de la compañía en un escudo, se elige el ícono “escudo” por sus valores simbólicos de estatus y calidad y, en sentido práctico, para rescatar a la marca de cualquier fondo de ruido visual.
La tipografía escogida para el logotipo es una variante condensada bold de la familia Eurostile, prestigiosa por su diseño moderno y neutralidad.
Se le hacen modificaciones en algunos ángulos clave redondeándo vértices, como se muestra más adelante, con el fin de encaminar la neutralidad con un detalle más fluido y cálido dado el trabajo estético que Talleres Barbagallo realiza en chapa y pintura. Este retoque tipográfico entrega personalidad y emancipa del catálogo tipográfico la puesta evitando coincidencias indeseables con usos que terceros pudieran hacer de la misma tipografía.
El traspaso a la cartelería va marcando algunas diagonales como elementos de branding.
indumentaria, piezas editoriales y otros elementos van consolidando el sistema visual.
