De la independencia y otros mitos...

ĀæIndependencia? ĀæCuĆ”ndo?Ā 
La historia aĆŗn no nos premia con esa dicha, aunque quizĆ”s, lo que se propuso aquel 15 de septiembre de 1821 fue solo un acto de patriotismo contagiante que aĆŗn perdura.
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ĀæPatriotismo?
Porque poner una bandera de Guatemala en el carro, correr con las antorchas, utilizar la camisola de la selecciĆ³n y como olvidar los "post" para felicitar a Guatemala por su "cumpleaƱos" forman parte de la lista infaltable para llenar un poquito esa doble moral con la que cargamos cada dĆ­a porque en definitiva, no podemos quedarle mal a nuestro paĆ­s. Ā”QuĆ©Ā falta de respeto no sentir un poco de patriotismo!
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Este 15 de septiembre estĆ” a punto de terminar y ya maƱana, las banderas, las camisolas y todo lo azul y blanco se puede ir muy lejos. MaƱana hay que volver al odioso trĆ”fico, al trabajo del que ya nadie quiere saber nada, a hacer las tareas que tanto se odian, a ver a esa gente que no soportamos pero que hipĆ³critamente tenemos que tratar, a defender el derecho de nuestra nariz, en fin. El patriotismo de ayer se fue a la basura.
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Tanto habla nuestro himno nacional sobre la lucha que dĆ­a tras dĆ­a tenemos que llevar para defender nuestra tierra, pero pasa tan desapercibida por todos aquellos cantos que por inercia salen de sus "hijos valientes y altivos".
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Porque amar a Guatemala tiene poco o nada que ver con adornitos azul y blanco. Tiene mucho y todo que ver con lo que somos, lo que hacemos cada dƭa. El ser un tanto consecuentes de nuestros actos a favor de los demƔs, con trabajar para ser personas mejores y sobresalir junto a las personas que nos rodean. El orgullecernos de lo que somos, el apasionarnos por lo que hacemos, de tener la oportunidad de alegrarnos de los Ʃxitos ajenos, el sacrificarse por lo que tanto se anhela. Eso si tiene que ver con patriotismo y amar a nuestro paƭs.
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Esto no es mĆ”s que una invitaciĆ³n a, verdaderamente, amar, luchar y trabajar por este paĆ­s que consiste, bĆ”sicamente, en hacer pequeƱos cambios diarios, pequeƱas hazaƱas, cambio de actitudes y demĆ”s...
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Porque para amar a Guatemala no se necesita llegar a septiembre, solamente, ser consecuentes de nuestros actos.
Mi bella Guatemala

Al hablar de Guatemala, vienen a nuestra mente los hermosos paisajes, tan admirados por propios y extraƱos. ĀæA quiĆ©n no le gustarĆ­a recorrer nuestra tierra? Todos, sin excepciĆ³n anhelamos tal hazaƱa.

Y Por tal razĆ³n, decidimos crear un viaje imaginario a travĆ©s de nuestro paĆ­s. Para iniciar nuestra aventura, utilizaremos como vehĆ­culo el instrumento autĆ³ctono, La Marimba. En donde, a travĆ©s de las melodĆ­as creadas por tan virtuosos compositores nos transportaremos por cada regiĆ³n de Guatemala. AsĆ­ es que, Ā”A disfrutar!

Iniciamos nuestro recorrido en la Ciudad de Guatemala, en la que hace mĆ”s de tres siglos atrĆ”s llevara el nombre de "El Valle de la Ermita".Ā 

Ahora, con direcciĆ³n hacia el sur del paĆ­s, nos dirijimos hacia el Puerto de San JosĆ©, para asĆ­, esperar el atardecer para luego disfrutar de las "Noches de Escuintla"

Sin dejar el sur y recordando los aƱos de 1880, nos trasladamos al vecino departamento de Retalhuleu para emprender un entretenido viaje por senderos y montaƱas, todo esto a travĆ©s del "Ferrocarril de los Altos"Ā 

Al terminar nuestro viaje en el ferrocarril, arribamos al tambiĆ©n llamado sexto estado. Quetzaltenango para esperar la frĆ­a noche y asĆ­ contemplar la "Luna de XelajĆŗ"

Al dƭa siguiente y de plena maƱana, retomamos el rumbo y nos trasladamos hasta un poblado lleno de colorido y majestuosidad. Al sur del departamento de QuichƩ, nos encontramos en "Chichicastenango". y asƭ, nos disponemos de realizar algunas compras en su tradicional mercado.

Se acerca el medio dĆ­a y con Ć©l, la hora del almuerzo. Que mejor lugar para probar un delicioso KAQā€™IK que "CobĆ”n". De pronto, cae el la tarde, y el tĆ­pico frĆ­o de la regiĆ³n se asoma.

Luego de un merecido descanso, nos trasladamos de madrugada al poblado en donde, sale primero el sol. Un lugar en donde sus habitantes se sienten muy orgullosos de decir "Soy de Zacapa".

Y asƭ, podrƭamos mantener un infinito recorrido. Con esto podemos afirmar tal y como lo hizo GermƔn AlcƔntara sentirnos orgullosos de "Mi Bella Guatemala"
Los buenos sancarlistas
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5:30 PM. El trƔfico totalmente detenido en la Av. Petapa.
"Otra vez los bochincherosā€, murmuran varias voces en el entorno. Mientras tanto, los medios divulgan por redes sociales: ā€œEstudiantes de la USAC que exigen el 5% del presupuesto para su casa de estudios, bloquean Av. Petapa como forma de protestaā€, de ello se desprenden comentarios furtivos: "Malditos huevones, que se pongan a estudiar mejor"; "Solo para chupar quieren el pisto", "Dejen de bloquear el paso buenos para nada", y mĆ”sā€¦ y mĆ”s.

Mientras esto sucede, en medio del trĆ”fico se dirigen hacia la universidad buses repletos de estudiantes que reciĆ©n salieron de su lugar de trabajo, dentro de vehĆ­culos varados, hay estudiantes que tambiĆ©n esperan desesperadamente poder ingresar a la ciudad universitaria y estudiar.Ā 

A todos ellos son a quienes llamo: Los verdaderos sancarlistas.

Los verdaderos sancarlistas no estĆ”n pensando en los malos comentarios. Ellos piensan en el compromiso que tienen consigo mismos y con quienes dependen de ellos. En el respeto de llegar puntualmente al salĆ³n de estudios, pensando en que llegar tarde significa estar parados durante el tiempo que dure el curso. Todo con el afĆ”n de aprender.

Por lo tanto, a los verdaderos sancarlistas, "los bochincheros" no los detienen, mientras las llantas arden en llamas sobre la Av. Petapa, ellos deciden bajar de los buses que los trasladan y comienzan una caminata de pasos apresurados hacia Ćŗnica entrada libre restante. Un Ć©xodo se dirige hasta el perifĆ©rico para poder ingresar.

5:45 PM. El camino que lleva a la entrada de la USAC por el anillo perifĆ©rico estĆ” repleta de verdaderos sancarlistas, de los que aĆŗn lucen su uniforme de trabajo y casi corren para llegar a tiempo a clases.

Veo mi muƱeca nuevamente, el reloj marca las 6:00 PM. Mientras los buenos sancarlistas ya ocupan un lugar en sus respectivos salones, los "bonchincheros" deciden desbloquear el paso. Estos pequeƱos grupos que dicen ser "defensores de la autonomĆ­a" con sus medidas desesperadas solo provocan el malestar del pueblo de Guatemala causando que una vez mĆ”s, la imagen de la tricentenaria sea pisoteada y que el Ćŗnico resultado que se obtenga es el repudio de los guatemaltecos.

Sin saber lo que pueda pasar maƱana, existimos miles de buenos sancarlistas quienes merecemos seguir adelante con nuestros estudios.Ā 

Espero que el texto anterior sirva de reflexiĆ³n:

Al pueblo de Guatemala, que tan mala imagen tiene de la Universidad de San Carlos, de donde provienen ilustres personajes de la historia; el pasado, presente y hasta futuro del paĆ­s.

A los estudiantes de la USAC en general: Que deben representar dignamente a la universidad sinvergĆ¼enza alguna, siendo ejemplo de profesionales participes en el desarrollo del paĆ­s. Que tienen el derecho y obligaciĆ³n de respetar y servir al pueblo.

A los participantes de la marcha exigiendo el 5% del presupuesto: Que puedan convertirse en buenos sancarlistas exigiendo dignamente lo que por derecho corresponde a la universidad, demostrando su profesionalismo, su respeto y su deseo de superaciĆ³n.

Ā”Sigan Adelante buenos sancarlistas!
Una tĆ­pica historia en la Ciudad del Caos
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Son las 10:30 AM. Un autobus urbano que va de un punto A a un punto B de la ciudad con tan solo 3 jĆ³venes como pasajeros, un piloto y su ayudante despreocupados hablando de trivialidades hasta que de pronto, un par de duros golpes en la lĆ”mina lateral del bus anuncian un asalto.
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Dos de los jĆ³venes se disponen a robar. Uno de ellos estĆ” armado y se dirige al piloto y ayudante de la unidad. A punta de pistola les exige el dinero y los celulares, el piloto sin mĆ”s remedio sede sus objetos de valor, el ayudante en una acciĆ³n desesperada saca el poco dinero que lleva en su bolsa y lo entrega.
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Mientras tanto, el otro joven asalta al tercer pasajero del bus. Un estudiante universitario que sin mĆ”s remedio acepta quedarse sin comunicaciĆ³n por un dĆ­a y entrega el celular. Cuando derrepente, suena un disparo y el ayudante cae abatido en la banqueta cercana a la calle por donde circulaba el bus. ĀæPorque razĆ³n lo mataron? Pues, se negĆ³ a entregar el celular. Con el afĆ”n de no ver mĆ”s de esta escena, el estudiante desciende apresurado del bus y se marcha en busca de otro transporte que pueda llevarlo a la Universidad.
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Al encontrarse con sus amigos, el joven estudiante cuenta la novedad del dĆ­a y entre exageraciones con palabras soeces lo que mĆ”s le preocupa es haber perdido su tan preciado telĆ©fono celular. Uno de los que le acompaƱa, como buen amigo le dice que tiene un "Cuate" que consigue buenos telĆ©fonos y baratos pero el inconveniente es que son robados. Motivado por la dependencia del celular y el glamour que conlleva tener un "TelĆ©fono Inteligente" acepta la propuesta, se entera de los aparatos disponibles y escoge el que estĆ” a su alcance. Sin mĆ”s, este joven no pasĆ³ ni un solo dĆ­a sin celular y con el cual su primera acciĆ³n fue ingresar a la aplicaciĆ³n de Facebook y actualizar su estado, diciendo: "MuchĆ”, este es mi nuevo nĆŗmero"
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Este es uno de los tantos ejemplos que se podrĆ­an dar al respecto en este tema, la semana pasada la consternaciĆ³n de los ciudadanos fue mayor con la muerte del joven Leonel Alejandro Guillen.
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ĀæEl problema?
La falta de consciencia de una sociedad que con la compra de telƩfonos robados promueve el acto delictivo. En la actualidad, en Guatemala son robados aproximadamente 333 celulares diarios
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ĀæLa posible soluciĆ³n?
QuizĆ”s concientizar a la poblaciĆ³n para evitar este tipo de compras que fomentan el delito, la desarticulaciĆ³n de negocios que venden y liberan los aparatos celulares y la aprobaciĆ³n de la iniciativa 4507 que promueveĀ  la creaciĆ³n de bases de datos que eviten las liberaciones y activaciones de los telĆ©fonos celulares por terceras personas y que puedan castigar con cĆ”rcel dichos actos.
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ĀæLa realidad?
La falta de interĆ©s y conciencia de la sociedad, sumĆ”ndole la incompetencia de los poderes del paĆ­s causa que ninguna de las acciones descritas anteriormente estĆ© en marcha.Ā  La Ćŗnica lecciĆ³n que queda de todo esto es que un celular no vale mĆ”s que una vida.Ā 
Sentido Ampliado
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Redacciones propias sobre temas de realidad nacional

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