Poliformas
Proyecto Final de Carrera
Año 2019.

El concepto de “vivienda” tal y como lo entendemos hoy, es consecuencia de la evolución de la técnica y la construcción. Pero también de una  incansable búsqueda por crear espacios que permitan que la vida diaria se desarrolle con fluidez. Estos espacios se rigen por conceptos estrictamente ligados a las costumbres y cultura de cada tiempo y lugar. Entendemos que la vivienda contemporánea debe indagar sobre temas fundamentales como la iluminación y ventilación, la búsqueda de espacios funcionales y fluidos, y la definición de la obra como un todo, ubicando al hombre como centro de atención y logrando, de esta manera, espacios que se adapten a las necesidades de intimidad y convivencia de los distintos actores. Nuestra propuesta nace entonces del esfuerzo por crear esos espacios, pensando el proyecto como la suma de las partes, buscando generar situaciones particulares y cambiantes, pero bajo una idea unificadora que se vea respaldada por una lógica constructiva pensada desde el momento mismo del diseño.
FACHADAS ALVEOLARES
La edificación en altura destinada a la vivienda impone una reflexión sobre la necesidad de resolver la relación interior-exterior de cada unidad habitacional. Como alternativa a la apertura al exterior a través de una fachada con ventanas tradicionales, se presenta la posibilidad de proponer composiciones y agrupaciones mediante la utilización de “espacios de mediación” (balcones, terrazas, vacíos, entrantes y salientes) que, por su configuración, dimensión, repetición y distribución, establecen una relación integral con todo el conjunto, configurando SISTEMAS ALVEOLARES.
El concepto de estructuras alveolares se refiere a la capacidad del edificio de “respirar” y “tomar aire” a través de los alvéolos, que conforman una gran “esponja”, realzando el valor compositivo y espacial del conjunto.

LOS BORDES URBANOS 
El tratamiento de los bordes de la ciudad, más precisamente las plantas bajas, se convierten en el lugar de encuentro entre la ciudad y los edificios, donde el interior y el exterior se fusionan. Los bordes urbanos “blandos” son aquellos que presentan fachadas transparentes o donde se desarrollan actividades. El borde “duro”, por otro lado, presenta fachadas cerradas, obligando al peatón a recorrer grandes distancias frente a muros ciegos. Tener bordes atractivos y vitales es, sin dudas, el factor más importante cuando se trata de lograr un espacio atractivo y vital. «Lograr que la gente se sienta segura es fundamental si buscamos que aumenten su tiempo de permanencia en el espacio urbano. […] Si logramos reforzar la vida urbana hasta el punto de lograr que la gente circule a pie y pase tiempo en los espacios públicos, la seguridad, tanto la percibida como la real, aumentará. La presencia de otros siempre es un buen indicador de que un lugar es considerado seguro y agradable.» Son preferibles las fachadas con cerramientos de barras espaciadas u otros elementos transparentes que permitan que la luz interior alumbre la calle. A la vez, los espacios de transición entre el espacio público y privado aumentan las posibilidades de contacto entre las personas. «Que haya vitalidad, una preponderancia de usos mixtos y bordes urbanos amigables son cualidades fundamentales y necesarias para crear ciudades vibrantes, que también sirven para mejorar la seguridad y la protección de la población.»
LA MODULACIÓN COMO RECURSO DE DISEÑO
El concepto de diseño es la esencia del diseño arquitectónico. Es la transición de una idea subjetiva hacia su materialización o una metáfora proyectada en un espacio con sentido arquitectónico. Puede definirse como la idea generadora o el esquema de diseño. Un concepto claro, que guía la función y el valor estético de cualquier diseño, evita caer en caprichos formales. El proceso de conceptualización consiste primeramente en un acopio de información y analogías, en la búsqueda de puntos clave para estructurar una propuesta arquitectónica que cumpla de manera integral las necesidades planteadas. En la búsqueda del concepto que guíe nuestro proceso proyectual, acudimos a la modulación como herramienta para pensar la composición edilicia. La naturaleza, que es la mejor constructora, utiliza con frecuencia módulos y estructuras modulares orgánicas. Los vegetales y animales han evolucionado con módulos básicos que se repiten y crean una estructura. El ejemplo más paradigmático son las celdas hexagonales de los panales de las abejas, pero existen miles de ejemplos donde la naturaleza se desarrolla en base a una composición modular. En la arquitectura, la modulación se presenta como un recurso de diseño que permite ordenar un proyecto, racionalizar su estructura y sistematizar los procesos constructivos. Al abordar un programa de viviendas múltiples, es inevitable pensar en la unidad de vivienda como un módulo, cuya repetición sistemática definirá el total del edificio. El módulo es un elemento adoptado como unidad de medida para determinar las proporciones entre las diferentes partes de una composición y que se repite sistemáticamente en el espacio. La composición modular se refiere al diseño de sistemas compuestos por elementos separados que pueden conectarse preservando relaciones proporcionales y dimensionales, llamados módulos, que se repiten y conectan hasta la formación del todo. Estos módulos pueden ser agregados posteriormente y reemplazados por otros. La belleza de la composición modular se basa en la posibilidad de reemplazar o agregar cualquier componente sin afectar al resto del sistema.
Poliformas
Published:

Poliformas

Published: