Había olvidado que cuando era niña, imaginaba un mundo paradisiaco, donde las paredes de mi casa se convertían en grandes montañas, los sillones eran las rocas que tenía que escalar y mi objetivo siempre era llegar a lo alto de la silla (lo cual me ocasionó algunas caídas y moretones) y que algunas veces, dejaba correr el agua de la regadera e imaginaba que era una cascada.
"Mira las cosas que se van,
recuérdalas
porque no volverás a verlas nunca"
Hoy mismo. J. Emilio Pacheco