La fotografía tiene el poder de mostrar aquello que no todos podemos ver. El que posee la cámara decide que mostrar y como hacerlo. Puede retratar a la persona en su estado mas vulnerable o en su momento más glorioso, todo con el poder de un click. Tenemos la expectativa de la felicidad sobre nosotros, desde pequeños nos dicen constantemente sonríe, no pongas mala cara, aprendimos a mentir con el cuerpo “Como si la estuvieras pasando bien”. Aprendimos a ocultar nuestros estados mentales mas vulnerables y como consecuencia estos nos rompen por dentro, poco a poco estos estados van tomando el control llevándonos al silencioso ocaso. En esta serie quiero mostrar aquellos estados de la mente mas vulnerables que muchas personas tienen a esconder. Quiero aprovechar el poder del fotógrafo para retratar lo que mi mente ve al entrar progresivamente en estos fríos estados mentales que congelan el tiempo y te golpean desde dentro. Al igual que la lucha interna que se lleva al querer salir de ellos antes de llegar a la parte mas oscura del camino.