Los términos “tectónico” y “estereotómico” han sido transcendentales a lo largo de la historia arquitectónica cuando al querer precisión y perfección en el diseño y materialización se trata. Dejaron de ser términos abstractos para convertirse en términos completamente arquitectónicos, es por eso que hoy en día se tiene una explicación explicita para cada uno.

Cuando se habla de la forma arquitectónica no somos ajenos a que la esencia de esta es la unidad estructural, y Samper nos afirma que esta forma está construida en dos procedimientos materiales distintos: la tectónica de la trama y la estereotómica de la masa. El primero hace referencia a aquella conjugación de distintas partes que constituyen una única unidad espacial y en el cual el material base o representativo es la madera y/o equivalentes, mientras que el segundo se relaciona con la conjugación de un espacio y la superposición de partes iguales, en el cual el material más usado es el ladrillo y/o aquellos materiales con similares características.

Ambos términos tienen una relación directa y dependiente con la gravedad y la luz, y así mismo hacen parte de la esencia de dichas palabras, debido que no se pueden dar definiciones certeras sin hacer uso de estas.  Al tener en cuenta la gravedad (la cual “construye el espacio”) en una arquitectura estereotómica, se conoce que se transmite en masa, de manera continua y donde todo trabaja a compresión, mientras que, en la arquitectura tectónica, la gravedad se transmite de forma sincopada donde la construcción es articulada y se trabaja con “momentos”. Y al tener en cuenta la luz (la cual “construye el tiempo) dentro de la arquitectura estereotómica es imprescindible la búsqueda de esta, la realización de excavaciones y sustracciones de la masa para que esta interactúe con el interior de la construcción y en la otra cara de la moneda está la necesidad de protección de la luz en composiciones tectónicas y el inminente uso de cerramientos verticales que actúen como mediadores e interventores entre el espacio interior y la luz de todo lo inunda.

Y a pesar de que sean términos que abarcan conceptos y esencias totalmente opuestas, se evidencia como con conocimientos asertivos y con el correcto uso de los elementos se pueden lograr magnificas, llamativas y funcionales construcciones al combinar ambos conceptos. Se toma como ejemplo la casa de Blas, en donde una pieza tectónica fue levantada sobre una estereotómica, la cabaña sobre la cueva, o también está la caja general de ahorros de Granada en donde dentro de un gran cajón estereotómico se encuentra ubicada una delicada caja tectónica de vidrio, la cabaña dentro de la cueva.

En resumidas cuentas, los términos tectónico y estereotómico tienen en su esencia otros conceptos que los describen con sorprendente precisión, ligero-pesado, luz-oscuridad, adición-sustracción, cabaña-cueva, cielo-tierra, respectivamente. Son términos que jamás dejaran de ser útiles al momento de realizar un proceso constructivo o de diseño, lo que genera un mecanismo capaz de finiquitar temas como luz y gravedad.

“La luz en la arquitectura desempeña un claro papel actuando sobre la perfección conseguida con la sola gravedad”.
Estereotomía (boceto)
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