Primer premio en la categoría videocración albaceteña en el Festival Internacional de Cine de Albacete Abycine
Este proyecto sin duda es el más loco y menos preparado que he tenido. Todo empezó porque era cliente del bar al que realizamos este corto documental y siempre he tenido la curiosidad de hacerle un pequeño homenaje. Un día de vuelta a mi ciudad natal, me dijeron era la última semana que estaba abierto y supe que era ahora o nunca.
No hubo una investigación, no había tiempo, cogí la cámara, un amigo con un equipo básico de sonido y nos pusimos a grabar. La única idea que tenía en la cabeza es que quería un estilo slow cinema y que quería reflejar con la mayor naturalidad posible y sin intervención el aura de ese sitio.